A PROPÓSITO DE LA DECLARACION UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
A PROPÓSITO DE LA CONMEMORACION DE LA DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS
El 10 de diciembre se conmemora la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Siempre me he preguntado ¿A quién le declaramos nuestros derechos? A los animales, a los árboles, a la naturaleza?
En ciertos momentos se han conformados grupos en reclamación de los “derechos” de los animales, derechos de los árboles, de algunos peces, entre otros derechos no humanos. Estas reclamaciones de derechos se le hacen al ser humano, y esto está bien, porque hay ciertos comportamientos inadecuados de los humanos que afectan la supervivencia de esas especies, pero en cuanto a los seres humanos, ¿Contra quién reclamamos nuestros derechos?, el decir una declaración de los derechos de los seres humanos, es algo contradictorio, porque precisamente quienes lo hacen son seres humanos, en contra de otros seres humanos. ¿Hasta qué grado, contra quienes se reclaman o proclaman esos derechos, no son seres humanos? ¿Desde cuándo se formó una raza o una especie que ponga en peligro la existencia de los seres humanos, y haya que declararle cuales son nuestros derechos? ¿Puede la situación socio-económica, política o de poder marcar una diferencia entre seres humanos y otros seres superiores a los cuales tenemos que exigirles cuáles son sus propios derechos, porque también ellos son seres humanos? Si hablamos de instituciones públicas o políticas, es necesario expresar que no existen instituciones, que no estén conformadas por seres humanos, entonces ¿Los que conforman esas instituciones o laboran para ellas, tan pronto formaron parte de las mismas, dejaron de ser seres humanos, y en tal sentido los derechos humanos no se aplican para ellos?
El hablar de la declaración de los derechos humanos, es algo sin sentido, porque todos somos seres humanos, y esos derechos nos corresponden a todos, en tal sentido, no hay necesidad de proclamarlos, porque contra quien se proclaman también son seres humanos, y ellos en ciertos momentos son concesionarios de esos derechos que se proclaman en su contra.
Lo que debería existir es una declaración, no de los derechos humanos, sino una declaración para aquellas personas que actúan como si no fueran seres humanos, y se convierten en opresores de su propia raza. Porque seres humanos somos todos, y no tenemos que decirle a nadie cuales son nuestros derechos, cuando en realidad esa persona es parte de nuestra especie: Todos somos seres humanos, y nuestros derechos, solo se pueden declarar en contra de otras especies que no sean seres humanos, Porque lo que me beneficia a mi como ser humano, debe beneficiar a todos los seres humanos.
Y en última instancia, frente a quien proclamamos nuestros derechos, acaso, no es también un ser humano. Entonces ¿De qué lado se pondrá ese imparcial: del lado de los seres humanos, o del lado de los “ seres inhumanos” ?, porque el juicio se le hace a seres humanos, por seres humanos, en contra de seres humanos, aplicando unos derechos que corresponden a todos los seres humanos.
Mientras tengamos que asistir antes seres humanos para que nos hagan valer un derecho que también es de ellos, en contra de otros que también son concesionarios de ese mismo derecho, la sociedad no tendrá una real y efectiva justicia, porque no debería existir una declaración universal de los derechos humanos, porque los mismos se declaran a favor de los seres humanos, pero en contra de seres humanos.